Preguntas frecuentes
Celibato, sexualidad y salud mental
Respuestas sobre sexualidad desde la ciencia y la experiencia médico psicológica.
El celibato es un asombroso estilo de vida que continúa atrayendo a personas sanas y capaces de amar. La plena comprensión requiere fe, pero es posible entenderlo y admirarlo con la luz de la inteligencia y los datos de la ciencia moderna.
1. ¿Afecta psicológicamente a los sacerdotes y religiosos el hecho de ser célibes?
El celibato, como el matrimonio, es una elección de tal envergadura que necesariamente afecta. Sella un modo de ser y de comportarse: el de una persona comprometida, que no está disponible para otros pretendientes. Las emociones, los sentimientos, las pasiones y todos los procesos psicológicos, como la imaginación, la memoria, los recuerdos y deseos participarán de esa experiencia. El uso de la sexualidad es una necesidad básica, con efectos psicológicos positivos. Cabría pensar que no ejercitarla es perjudicial. La experiencia de muchas personas demuestra que no es así. Lo peligroso es vivir sin querer ni ser queridos. El celibato es compatible con la armonía del mundo psíquico, en el que lógicamente influye.
2. ¿De qué forma les influye el celibato en una persona?
La influencia es positiva o negativa. El celibato cristiano supone la renuncia al amor humano de tipo exclusivo en el matrimonio. Lleva consigo prescindir de la actividad sexual y del placer asociado, sin dejar de ser plenamente mujeres o varones. Esta circunstancia pone delante nuevos desafíos. El primero de ellos es ser consciente de los motivos por los que se asume. Desde lo profundo de la mente surge una pregunta que no se puede silenciar: ¿por qué sigues este camino? De una respuesta verdadera y coherente depende que la influencia sea positiva. Para responder bien hay que reconocer en el celibato un don de Dios y no algo impuesto. Una opción sana nace de la información adecuada y la intención recta. Así se superan posibles motivos narcisistas, que persiguen reafirmar el yo: el deseo de un estatus, de poder, de una vida más independiente, de autoestima por considerarse mejor o más sacrificado; o el anhelo de ser confirmado en el aprecio de los demás: “mi madre se quedará contenta”, “¡qué dirán los que me conocen!”. Estaría también mal encaminado quien asumiera el celibato solo como una carga: “lo acepto porque lo exige la Iglesia…, pero ¡ojalá no lo exigiera!”.
3. Una persona célibe está más disponible para ayudar a otros, ¿pero es el único significado?
4. ¿Qué características psicológicas tienen que tener los seminaristas para saber que van a poder llevar una vida célibe sin que esto les afecte?
5. ¿Se necesita buena salud para vivir el celibato?
6. ¿Se puede establecer una relación entre los casos de abusos a menores y el celibato?
7. ¿Ayuda el celibato a ser mejor sacerdote o religioso?
8. ¿Es la castidad algo anticuado o destructor?
9. ¿La obligación del celibato reduce el número de vocaciones sacerdotales en la Iglesia?
Las vocaciones vienen cuando se reza y se educa en el amor verdadero, con el ejemplo personal. El deseo de darse a Dios imitando a Jesucristo que, perfecto Dios y perfecto hombre, eligió para sí el celibato, sigue estando muy presente. No conozco quienes critiquen el celibato ene como motivación el número de vocaciones.
10. ¿Es el celibato un “deber sexual” mítico e inalcanzable?
¿Más preguntas?
Si tienes una pregunta que desees sugerir te agradecemos que la dejes en comentarios o en el mail [email protected], o envíanos a través del formulario.