Trastorno bipolar y manía

Conocer y afrontar el trastorno bipolar y la manía, libro Madurez psicológica y espiritual, Wenceslao Vial

La manía es un estado de ánimo anormal presente en el trastorno bipolar

En el trastorno bipolar se presenta la manía, como un tono del humor excesivamente elevado, expansivo o eufórico. Hay una tendencia a hablar rápidamente, excitación psicomotora, hipervaloración de sí mismo y de las propias capacidades, que lleva a la dispersión en muchos intereses, al optimismo injustificado y a emprender numerosas iniciativas.

La manía es un signo clínico opuesto a la depresión y el síntoma clave en el trastorno bipolar.

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El trastorno bipolar (o depresión bipolar) consiste en la alternancia de episodios depresivos mayores y episodios maníacos o mixtos (trastorno bipolar I) o hipomaníacos (trastorno bipolar II). Antes se llamaba psicosis maníaco-depresiva, para distinguirla de la depresión reactiva y de la neurosis depresiva.

El paso de una polaridad a otra del humor (entre bajo y alto) puede ser rápido o gradual; el alternarse de los diversos episodios no es casi nunca regular, y son más frecuentes los episodios depresivos.

Se habla de hipomanía cuando existen los mismos síntomas que en la manía, en menor medida o de manera atenuada; generalmente no impide la vida normal del sujeto pero puede predisponerlo a episodios más graves.

Cómo reconocer un episodio de manía

La hipomanía hace parecer a la persona algo más alegre de lo normal, pero puede no ser fácil de descubrir. Llaman la atención un activismo exagerado, con locuacidad excesiva y un ego exaltado.

Un episodio maníaco, en cambio, es muy sorprendente y suele instaurarse en pocas horas y acompañarse de ideas delirantes. La persona suele no sentir la necesidad de dormir, estar híper exaltada, con ideas de grandiosidad.

Son frecuentes las actividades de riesgo o llamativas, no habituales en la persona, como apuestas grandes, inversiones económicas desatinadas, viajes imprevistos y no ponderados, actividad sexual descontrolada o recurso a la prostitución, etc.

Signos diagnósticos del trastorno bipolar

Para el diagnóstico del trastorno bipolar es suficiente un solo episodio de manía. En general se requiere un periodo de humor anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, de una duración de una semana o menos, y tres o más de los siguientes síntomas:

  • autoestima hipertrófica o grandiosidad;
  • disminuida necesidad de sueño (por ejemplo, se siente descansado tras sólo tres horas de sueño);
  • mayor locuacidad o continuas ganas de hablar;
  • fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos se suceden rápidamente;
  • distracción (atención fácilmente desviada por estímulos externos no importantes);
  • aumento de la actividad social, laboral, escolar, sexual, o agitación;
  • excesiva implicación en actividades lúdicas con alto potencial de consecuencias dañinas (exceso de gastos, comportamiento sexual inconveniente, inversiones en negocios imprudentes).

Cómo afrontar el trastorno bipolar y la manía.

Hay que tener en cuenta lo recomendado para la depresión. Además, en la manía, como cuando hay síntomas psicóticos, las palabras son menos eficaces: es urgente acudir a un médico o un servicio de urgencia, y muy probablemente será necesario el uso de medicamentos estabilizantes.

La manía, bien afrontada por un profesional y tratada con fármacos, puede ser como una tormenta eléctrica y volver todo a la normalidad en pocos días.

Lectura recomendada: Wenceslao Vial, Madurez psicológica y espiritual, Palabra, 2019 (4ª).

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