Infografía: Vivir las virtudes para ser felices

Vivir las virtudes para ser felices no es repetir actos buenos

Vivir las virtudes para ser felices vale la pena. Ser virtuoso no sigifica que “me salga todo bien desde ya sin esfuerzo”. Tampoco se trata de vivir unas normas que pueden fastidiar más o menos porque es “lo que se debe hacer“.

Vivir las virtudes es mucho más: es identificarse con Cristo, ser como él. Esto es ser felices, es conocer la naturaleza del ser humano y aspirar a una vida mejor y lograda. Por este camino se consigue saber cómo es el ser humano, cómo es la realidad que nos rodea, cuál es la verdad. Así como en el universo hay reglas, existen también unas reglas éticas que ordenan nuestro actuar, favorecen las virtudes y alejan su contrario, los vicios.

Entender las virtudes supone comprender al ser humano como un animal racional, capaz de descubrir con su razón el fin de su existencia y alcanzarlo. Desde esta idea se concibe que vivir las virtudes lleva a la felicidad.

Se trata de formar una personalidad que lleve a amar lo que es bello y a rechazar lo que hace daño. Así es como seremos felices, porque no viviremos más que para Dios y los demás.

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José María Álvarez de Toledo

Ver también: auto-test de conciencia con las buenaventuranzas.