Navidad 2020: una actitud diferente
La actitud siempre se puede cambiar, también ante el Covid-19
Muchas circunstancias externas e internas no se pueden cambiar. El año está marcado por la pandemia de coronavirus. La huella queda, pero es posible mirar con una luz diferente.
Esta canción de Navidad propone una fuente de luz, capaz de llenar de serenidad, capaz de cambiar nuestra actitud.
Es saludable centrar la atención en lo que está fuera de nosotros y buscar un sentido de la vida más allá de nuestro yo. La capacidad de asombro endulza el mal genio y transforma el carácter.
Adentrarse en los misterios de la Navidad es una fuente de paz y de serenidad, eficaz desde hace más de 2000 años.
Viktor Frankl hablaba de tres tipos de valores que cabe realizar en la vida.
Los valores de creación: lo que se da al mundo, la ciencia, el arte, la cultura, el trabajo, lo que cada uno aporta con sus talentos y habilidades.
Los valores de experiencia: aquello que se recibe del mundo, la capacidad de admirarse ante la naturaleza, la contemplación de una obra de arte, lo que uno acoge.
Y en tercer lugar los valores de actitud: el modo en que se responde y actúa ante situaciones interiores y exteriores que no se logran modificar, en particular ante el sufrimiento de un destino ineludible.
Los dos primeros horizontes de valor a veces quedan inhabilitados. Siempre, en cambio, cabrá una actitud personal diferente. Y vale la pena intentarla.