Test de Rotter para conocer tu responsabilidad
Escala de valoración de Rotter para conocer tu reponsabilidad
¿Dominas tu vida y surfeas cualquier ola? ¿O te parece que siempre te hundes por mala suerte? El Test de Rotter permite conocer en qué modo te consideras responsable de tu vida y lo que aocntece.
Si nos hacemos las preguntas anteriores, lo habitual sería contestar “depende”, admitir que no dominamos todo lo que ocurre ni somos revolcados ciegamente por el destino. En ambos extremos habrá una falta de responsabilidad.
Responsabilidad viene del verbo latino respondeo, responder. Significa dar respuesta de lo que uno hace. Para esto, es preciso reconocer que tenemos una tarea o misión y alguien que nos la ha dado: alguien a quien dar esa respuesta.
Quien piense que todo cuanto le ocurre es por buena o mala suerte, no se empeñará por conseguir un resultado, por cumplir una misión, aunque la reconozca. Tampoco pensará que alguien espera una respuesta, pues todo se mueve por un ciego y sordo azar.
En el extremo contrario, quien piense que él y solo él es el autor de su destino, no encontrará a nadie a quien deba dar respuesta. Si acaso, buscará responderse a sí mismo, como quien habla solo y solo se contesta… Se podría hablar de una hiperresponsabilidad o de una responsabilidad egocéntrica.
El test de Julian Rotter permite saber si estamos en alguno de esos dos extremos o en la normalidad psicológica. Consiste en
un cuestionario breve, que muestra la tendencia a considerarse autor del propio destino o víctima de las circunstancias.
El test de personalidad de Rotter clasifica en internalistas y externalistas.
El resultado se presenta en una escala de 1 a 23, desde el internalismo al externalismo. La distinción depende de dónde consideremos que está el “control” de lo que ocurre: en nosotros o fuera de nosotros. Es un rasgo con cierta estabilidad, pero puede modificarse con el tiempo y la virtud.
Ambos extremos de la escala de Rotter son perjudiciales, pero el rango de normalidad y salud se encuentra desplazado hacia el polo internalista, o de mayor responsabilidad, con un valor situado entre 4 y 11.
Internalismo y externalismo marcan afectos, actos, modo de pensar y actitudes.
- ¿Por qué aguantas todo lo que sucede o por qué te rebelas ante lo que te pasa?
- ¿Por qué piensas que la culpa de cuanto ocurre es tuya o por qué responsabilizas a los demás?
- Cuándo algo sale mal o experimentas el fracaso, ¿dónde buscas al culpable?
- Si algo te sale bien, ¿a quién atribuyes el mérito?
Sorprende saber que la respuesta está en parte condicionada por el modo de ser, por la personalidad que se ha ido formando a partir del temperamento heredado.
El resultado del test de Rotter influye en la salud.
Con el test de Rotter para conocer tu responsabilidad se determinan dos características de personalidad distintas. Varían según atribuyamos lo que ocurre a nosotros mismos y a nuestra voluntad o, por el contrario, a los demás y a factores externos. Se presentan como dos lugares en que se sitúa el control: interno o externo (Rotter habla de locus of control).
Características y riesgos de los dos extremos, con un clic:
Descubre si tienes tendencia internalista o externalista.
La escala de auto-evaluación o cuestionario se completa en 5 minutos:
La personalidad y el aprendizaje social según Rotter.
Julian Rotter fue un psicólogo norteamericano que nació en Nueva York en 1916 y murió en el 2014. Se le conoce por su teoría del aprendizaje social y su definición de personalidad como el modo característico de reaccionar ante una situación particular.
Para Rotter, existen cuatro elementos que permiten explicar y predecir el comportamiento en las situaciones específicas.
- El potencial de conducta, que sería la posibilidad de desarrollar una cierta conducta, dependiendo del refuerzo y de las expectativas.
- La expectativa o probabilidad prevista por la persona de que se produzca un refuerzo positivo después de una cierta conducta o en una situación específica.
- El valor del refuerzo o la preferencia que se manifiesta por un determinado tipo de refuerzo.
- La situación psicológica o modo de percibir y valorar las circunstancias.
Rotter y la escala del locus of control.
Rotter ideó la escala de auto–evaluación que presentamos y que permite medir una característica importante de la personalidad: a quién le asignamos el papel decisivo en nuestras acciones y las consecuencias que se derivan de ellas, a nosotros mismos, a otras personas o a las circunstancias externas. La publicó por primera vez en 1966.
La localización del lugar de control, el nivel de internalismo o externalismo, es bastante estable en cada persona, pero puede cambiar, también en un contexto concreto de comportamiento: en ciertas circunstancias sería interno y en otras, externo.
Consiste en un cuestionario, cuya validez se ha demostrado científicamente. Se obtiene, como dijimos, un resultado numérico, que nos sitúa en un rango normal, que está más hacia el internalismo, o patológico, en los dos extremos.
Evolución y cambio en el locus de control de Rotter.
Caben modificaciones del lugar de control cuando cambian las circunstancias. Por ejemplo, tras un divorcio que rompe la seguridad vital, a uno o ambos cónyuges les puede parecer que están ante algo inevitable, que todo depende de un destino ineludible: es decir, se hacen más externalistas.
El lugar de control se desplaza en cambio hacia el interno (puntaje mayor hacia el polo internalista) en la medida en que se adquiere más conciencia de que la responsabilidad facilita el éxito.
Hay niños y adultos internalistas o externalistas. Con los años se toman decisiones más importantes, pero la tendencia a creer que el curso de los acontecimientos depende en gran parte de nosotros mismos o de circunstancias externas suele permanecer: se mantiene similar el puntaje de internalismo o externalismo.
El lugar de control de Rotter se internaliza con la edad.
Con el paso de los años las personas pueden hacerse más internalistas, y considerar que tienen más responsabilidad en lo que ocurre.
Esta internalización refleja mayor madurez y sentido de responsabilidad, lo que facilita las relaciones familiares y una buena comunicación.
La educación recibida favorece el internalismo o el externalismo, sobre todo en el modo de afrontar las dificultades y acontecimientos. Esta característica influye también en el hecho de asumir o no como propias las responsabilidades o compromisos.
Vale la pena advertir del riesgo que existe en situar el locus de control demasiado externamente o demasiado internamente. La formación de la personalidad ayuda a situarlo en la zona de normalidad, asumiendo una actitud sana, que significa crecer en libertad y responsabilidad.
El auto-test o escala de Rotter podría ayudar a ver cómo mejora o madura la personalidad.
Si la edad puede aumentar el internalismo, la buena formación podría también conseguirlo.
Crecer en internalismo, sin exagerarlo, lleva a un aumento de la responsabilidad. Esto trae numerosos;beneficios: si piensas que de ti dependen las cosas, estás mejor dispuesto a dar respuesta o responder, que es la misma etimología de la palabra responsabilidad.
La madurez no es un proceso siempre igual y sin retrocesos.
Una persona madura puede volver a estar “verde”. Alguien que se ha hecho más responsable, que ha internalizado su locus of control, puede volver a descargar culpas en los demás y en el ambiente.
Si encuentras un exceso de externalismo en tu vida, si consideras que la causa de todo, de cualquier “ola”, buena o mala, es independiente de lo que hagas, quizá puedes fomentar más la propia responsabilidad, con la alegría de saber quien eres. Si en cambio notas un exceso de internalismo, podrás fomentar la humildad.
👉Hacer también el test de temperamento de esta web
Fuente: Wenceslao Vial, Madurez Psicológica y espiritual, Palabra.